Los órganos sensoriales son los que nos conectan con el mundo exterior, son necesarios para la supervivencia.
En la piel se encuentran varios receptores para poder identificar diversas sensaciones táctiles. Éstos enviarán señales al cerebro, en donde se procesará la información, así reaccionar correctamente a cada estímulo.
En el sentido del gusto, en la lengua, se encuentran las papilas gustativas, que dependiendo de la presencia de diversos elementos en lo que se degusta, es el sabor que se manifestará. El cerebro, además de ser el que procesa la información del sabor, es el encargado de enviar señales sobre si el sabor fue agradable o desagradable.
El sentido del olfato, procesa las moléculas odoríferas y el cerebro las interpreta como desagradables o agradables. Trabaja junto con el sentido del gusto para detectar el sabor.
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